Estoy segura de que, si te dan a elegir, prefieres no estar expuesta a bacterias, parásitos, mohos y levaduras innecesarias. Estas debilitan nuestro sistema inmunitario cuando este tiene que estar luchando constantemente o con un exceso de estos inquilinos indeseados. Sabemos que no los podemos evitar del todo, sabemos que traen enfermedades, incluso cabe sospechar que si todo fuera totalmente aséptico, libre de gérmenes, nuestras defensas estarían inmaduras, peeeero otra cosa es, como os decía, todo lo contrario, su presencia excesiva.
Pensamos que los parásitos son cosa de niños o de lugares del “tercer mundo”, pero las parasitosis están ampliamente distribuidas en todo el mundo y constituyen uno de los grandes problemas de salud pública. La ingesta de agua y/o alimentos contaminados con materia fecal es una de las principales vías de contagio.
Las fuentes de contaminación bacteriana son un riesgo para la salud y especialmente para las personas que son más susceptibles a las enfermedades alimentarias, como las personas mayores, niños, mujeres embarazadas o aquellos individuos cuyo sistema inmunológico está debilitado.
Te comparto 5 consejos fáciles y eficaces que te ayudarán a no perder salud en tu cocina:
CONSEJO 1: Limpia las frutas y verduras que no se pelen o que tengan la piel muy fina bajo el grifo y con un cepillito y desinféctalas.
¿Cómo? Remójalas en agua por 15 minutos con alguna de estas 4 opciones:
- Agua oxigenada / 1 Cucharada sopera por litro de agua de remojo
- Bicarbonato sódico y vinagre blanco / 1 Cucharada sopera de cada uno por litro de agua de remojo
- Aceite de semilla de pomelo / Unas 20 gotas por litro (depende de la concentración)
- Aparato doméstico para ozonizar
CONSEJO 2: Lávate las manos cada vez que utilices la bayeta de la cocina sin guantes y evita que esta bayeta mantenga humedad.
Las bayetas que utilizamos para limpiar las encimeras y el fregadero de nuestra cocina contienen bacterias que deseamos evitar. Para ello debemos lavarnos las manos con jabón tras su uso sin guantes, para que si tocamos después algún alimento o nos llevamos las manos a la boca, no introduzcamos estas bacterias en nuestro organismo.
Para que no proliferen demasiadas bacterias en estas bayetas debemos extenderlas sobre una superficie o tenderlas bien escurridas, en vez de arremolinadas en una esquina llenas de humedad. Lo mismo con los trapos de cocina para secar.
También conviene desinfectarlas regularmente remojándolas en agua con vinagre blanco durante 15 minutos y desecharlas con regularidad. Igual con los estropajos.
CONSEJO Guarda tus comidas preparadas bien tapadas en la nevera en recipientes herméticos de cristal o libres de BPA
Evita contaminar tus comidas preparadas ya cocinadas con otros alimentos crudos sin desinfectar guardándolos en recipientes herméticos bien limpios. Además evita dejar demasiado tiempo las comidas que has cocinado o calentado, una vez que se han enfriado, sin guardar en la nevera, para que no proliferen la bacterias. Nada de dejarlas toda la noche fuera del frigorífico.
CONSEJO Ten una tabla de cortar para las carnes, otra para los pescados y otra para los vegetales y desinféctalas tras su uso. Se recomienda hacer esta diferenciación para evitar la contaminación bacteriana.
TRUCO GENIAL: Una vez bien lavadas las tablas con agua y jabón, enjuagadas y dejadas escurrir, añade un chorro de agua oxigenada de arriba a abajo y extiende bien sobre la superficie que hayas utilizado para desinfectar muy bien. Rápido, fácil, seguro y eficaz (podrás ver donde quedan bacterias porque saldrá espumita como cuando una herida está infectada)
CONSEJO 5: Limpia con bicarbonato regularmente tu frigorífico
Al menos 1 vez al mes debemos limpiar nuestro frigorífico completamente. El bicarbonato diluido con algo de agua ayudará a eliminar los malos olores y los gérmenes indeseables que suelen acumularse en este aparato.
Más salud y bienestar con estas acciones fáciles y eficaces en tu cocina, confío en que te hayan gustado y te sean de utilidad o que sean un recordatorio de lo que tu ya sabías 😉
